Clio (25) intenta seguir el caso judicial de Estéfano (20), privado de libertad por defenderse de un ataque transfóbico. El diálogo entre un intento epistolar frustrado por la distancia carcelaria y la búsqueda en archivos familiares devela la violencia sistémica.
Durante este proceso, Clio afronta a su propio padre que también es cineasta, quien cuestiona tanto su identidad de género como su aproximación al cine.